Semana 50: Día 350: Los guerreros veganos

Creo que tengo una relación sinérgica con mi entrenador. Cuando me pongo las pilas creo que lo entusiasmo y se engancha más en entrenarme. Ya hace más tiempo que entrenamos juntos bajo «Semana 52» que lo previo, o sea que ya me ha visto tres años entrenando duro, cuidándome con lo que como y bebo, contra los dos años previos donde hacía cualquiera.

Hace un año decidí hacerme vegano, y Germán me acompañó, incorporando muchas cosas. Entonces se interiorizó en el tema y empezó a darme él indicaciones. Así terminamos enseñándonos mutuamente. Nunca le di tanta prioridad al gimnasio como en el último mes y medio. Estoy yendo entre tres y cinco veces a la semana, y eso se empezó a reflejar en mi cuerpo. Si me piden que me saque una foto ahora no veo ninguna diferencia con las que me saqué antes, pero hay ciertas poses o en la tensión de correr o levantar peso donde se empieza a vislumbrar.

En todo este ir y venir de motivación, donde ambos aprendimos mucho, Germán me vino insistiendo en que tenía que empezar a colgarme para obtener más masa muscular. Varias veces me mostró ejercicios que me resultaron imposibles. A él le costaban, pero llegaba a hacerlos. Y con este renovado entusiasmo mío por la musculación, venimos hablando de incoporar nuevas rutinas.

Muchas veces, cuando uno habla de ganar masa muscular, siempre surge un detractor del veganismo diciendo que sin proteína animal, no voy a poder lograr nada. Ni mucho ni poco: NADA. Yo llevo un año entero sin consumir derivados de animales de ningún tipo (ni leche ni huevos) y pude progresar como siempre (dependiendo, claro, de que me ponga las pilas). Doy fe de que todo lo que da la carne o los lácteos es reemplazable. Para muestra basta ver cómo me fue este año en las carreras o la cantidad de músculo que gané desde que volví al gimnasio.

Y en todo este ir y venir con Germán, mientras ideamos la nueva rutina, me acercó estos videos que les comparto. Son de un grupo que se hacen llamar «Vegan Warriors» (Guerreros veganos), que difunden la vida sana y el entrenamiento duro sin que eso involucre el sufrimiento de los animales. Cuando los vi, no podía salir de mi asombro. ¿Es eso posible? ¿Se puede alcanzar ese nivel de desarrollo muscular sin recurrir a suplementos derivados de la leche o del huevo? Sí, se puede. ¿Y podría hacerlo yo? No me cabe duda. Para mí no es una cuestión de si es posible o imposible, sino de cuándo. Mis prioridades son otras, puntualmente el fondismo, que todos sabemos que consume músculo. Además el tiempo de entrenamiento de esta gente debe ser muy intenso, o al menos debe llevarles varios años. Quizá si me pongo un blog nuevo llamado «Semana 520″…

Pero no voy a dudar de mí mismo. Yo soy la prueba de que no hace falta la proteína animal para progresar. En el otro extremo están los Guerreros Veganos, y me parece una buena meta. Creo que tengo que empezar a colgarme…

Publicado el 13 septiembre, 2013 en Alimentación, Entrenamiento, Reflexiones y etiquetado en , , , , , . Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.

  1. La vida es sentirse bien con lo que hacemos y soñamos. La última curva se dobla de una u otra manera. Lo importante es doblarla contento, inspirado y que hayas podido ser ejemplo útil. Abzo. y a fondo. Juanca.

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